a. CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA: Según el diccionario del Medio Ambiente se
entiende como aquel “material disperso o gaseoso que estando en el aire no es
constituyente del mismo, o bien una concentración excesiva de cualquier
constituyente minoritario del mismo por ejemplo: dióxido de azufre, monóxido de
carbono, dióxido de nitrógeno, polvo, etc.
Significa que, en el aire, se produce adulteración o cambio en
cuanto a su composición química, lo que repercute de manera directa en la salud
de la vida animal, vegetal y sobre todo humana. Y como dice Ralph Nader,
citado por J. Cano “La contaminación del aire es una forma de guerra civil
química y biológica, que no es incluida en las estadísticas criminales, no
obstante que ataca la salud y seguridad del pueblo”.
b. CONTAMINACIÓN HÍDRICA: La contaminación del agua puede producirse en las
aguas situadas sobre la superficie terrestre o bien debajo de ella. Su
origen puede ser biológico, químico o térmico, con lo cual la vuelve inútil,
según el grado, para consumo humano, para usos recreativos, para ciertos
cultivos y aún para usos industriales.
En cuanto a su denominación, otros autores se refieren a este tipo de
contaminación como de “desechos líquidos” y comprende en sí la descarga de
aguas residuales de origen doméstico, industrial o agropecuario, que se
descarga en ríos y lagos, sin previo tratamiento, ocasionando con ello un
problema serio de salud ambiental para toda forma de vida sobre la región
afectada.
c. CONTAMINACIÓN DE LOS SUELOS: La contaminación de los suelos por el uso
incontrolado de pesticidas y herbicidas produce efectos secundarios no deseados
y dañinos, tanto para la flora y fauna, como, en ciertos casos, para la salud
humana. Estos destruyen indiscriminadamente, además de las especies que
son su objetivo, insectos beneficiosos y productivos, como es el caso de la
casi extinción de la apicultura en la costa sur. También resquebraja el
equilibrio biológico, afecta la calidad de muchos alimentos, pone en peligro la
salud de la población y se produce el envenenamiento de las aguas de los ríos
por la lixividación de los tóxicos al suelo.
Se define como suelo a toda la capa de tierra que se encuentra suelta,
diferenciándola de la roca sólida y de la cual dependen plantas,
microorganismos y seres vivos. El suelo está constituido por una gran variedad
de compuestos, de los cuales los más importantes son los nutrientes. Pero,
además de ofrecernos su riqueza a través de la explotación agrícola-ganadera
también es otro de los componentes ambientales que sufre la contaminación, que
está dada principalmente por la acumulación de residuos y desechos
domiciliarios e industriales, de insecticidas y plaguicidas y por la
destrucción de las bacterias benéficas debido a la acción de las sustancias
químicas no degradables.
d. DESECHOS SÓLIDOS: “Conjunto de materiales sólidos de origen orgánico e
inorgánico (putrescible o no) que no tienen utilidad práctica para la actividad
que lo produce, siendo procedente de las actividades domésticas, comerciales,
industriales y de todo tipo que se produzcan en una comunidad, con la sola
excepción de las excretas humanas”.
1) Clasificación de los desechos sólidos:
a) Desechos sólidos orgánicos (se le denominan a los desechos biodegradables
que son putrescibles): restos alimentos, desechos de jardinería, residuos
agrícolas, animales muertos, huesos, otros biodegradables excepto la excreta
humana y animal.
b) Desechos sólidos inorgánicos (se le denomina a los desechos sólidos
inorgánicos, considerados genéricamente como “inertes”, en el sentido que su
degradación no aporta elementos perjudiciales al medio ambiente, aunque su
dispersión degrada el valor estético del mismo y puede ocasionar
accidentes al personal)
c) Desechos peligrosos: todas aquellas sustancias, materiales u objetos
generados por cualquier actividad que, por sus características físicas,
biológicas o químicas, puedan representar un peligro para el medio ambiente y
la salud humana.
e. CONTAMINACIÓN ACÙSTICA:
La contaminación acústica es el conjunto de sonidos y ruidos que circulan por
el aire en las calles de una población. Como generalmente las ciudades poseen
gran cantidad de elementos generadores de ruido, se produce en conjunto un alto
nivel sonoro que puede llegar a perjudicar la integridad física y psíquica de
los habitantes.
El oído humano sólo puede soportar ciertos niveles máximos de ruido, pero el
nivel que se acumula en algunas ciudades supera ese máximo. Algunos ruidos de
la ciudad se encuentran por encima del "Umbral del dolor" (120 dB.)
1) Efectos de la contaminación acústica en la salud:
El efecto del ruido es similar al efecto del miedo y la tensión: aumento de
pulsaciones, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, presión
arterial, resistencia de la piel, agudeza de visión y vasoconstricción
periférica. Estos efectos no son permanentes, desparecen al cesar el ruido,
aunque pueden presentar estados de nerviosismo asociados y no hay constancia de
que puedan afectar a la salud mental. La pérdida de audición inducida por el
ruido es irreversible por la incapacidad de regeneración de las células
ciliares de la audición. La sordera podría aparecer en casos de soportar de
forma continuada niveles superiores a 90 dB. Además, el ruido puede causar
efectos sobre el sistema cardiovascular, con alteraciones del ritmo cardíaco,
riesgo coronario, hipertensión arterial y excitabilidad vascular por efectos de
carácter neurovegetativo. Sobre las glándulas endocrinas, con alteraciones
hipofisiarias y aumento de la secreción de adrenalina. En el aparato digestivo
puede generar un incremento de la enfermedad gastroduodenal por dificultar el
descanso. En general puede ser negativo para otras afecciones, por incremento
inductor de estrés, aumento de alteraciones mentales, tendencia a actitudes
agresivas, dificultades de observación, concentración, rendimiento y facilita
los accidentes.
El sueño, la atención y la percepción del lenguaje hablado son las actividades
más perjudicadas.
f. CONTAMINACIÓN VISUAL:
Este tipo de contaminación percibida a través del sentido de la vista expone
diariamente a millones de personas, principalmente en las ciudades, a estímulos
agresivos que las invaden y contra los cuales no existe ningún filtro ni
defensa.
La contaminación visual se refiere al abuso de ciertos elementos “no
arquitectónicos” que alteran la estética, la imagen del paisaje tanto rural
como urbano, y que generan, a menudo, una sobre estimulación visual agresiva,
invasiva y simultánea.
Dichos elementos pueden ser carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y
otros elementos, que no provocan contaminación de por sí; pero mediante la
manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten
en agentes contaminantes.
Una salvaje sociedad de consumo en cambio permanente que actúa sin conciencia
social, ni ambiental es la que avala (o permite) la aparición y sobre saturación
de estos contaminantes. Todos estos elementos descritos influyen negativamente
sobre el hombre y el ambiente disminuyendo la calidad de vida, causando las
siguientes consecuencias:
• desorden
• accidentes
• daños al sistema nervioso
• dificultad al transitar
• falta de estética
• desequilibrio mental o emocional
• empobrecimiento panorámica del lugar
• estrés
• dolor de cabeza
• distracciones peligrosas (especialmente al volante)
• problemas ecológicos (se rompe el equilibrio ecológico cuando algunas
especies se alejan)
• trastornos de atención
• disminución de la eficiencia laboral, mal humor, trastornos de agresividad,
etc.